jueves, 25 de febrero de 2010

SECRETO DE CONFESIÓN

Me encanta cuando Isabel (mi mujer) me despierta. Sabe que se lleva de premio un cortadito y con el día que hacía, no podía ser más perfecto, el café y la compañía.

Parecía que el buen tiempo va haciendo sus intentos para destronar este invierno tan desapacible. Se agradece mucho, pero es de tener cuidado por que te fías y te vistes con un buen resfriado. Así que recordad "¡Hasta el 40 de mayo, no os quiteis el sayo!" Osea, ¡Ese pedazo de gersey Tommy Hilfiger super fashion cobarde! Jeje! - Lease poniendo voz de Chiquito de la Calzada - :)


Ya que no he ido a ningún sitio digno de reseñar, si diré que dentro de la monotonía a la que trato de adaptarme, esta noche si hubo un servicio del cual puedo hacer un puntual comentario.

Después de recibir la llamada pertinente y desplazarme al lugar donde recoger a mi cliente, (un Club de Alterne), después de un... ¡Buenas noches caballero! ¿Donde quiere que le lleve? ...una voz disimulada me da una dirección, y me pongo en marcha al destino.

No es una manía, pero sí algo mecánico, mirar por el retrovisor interior a mis ocupantes de vez en cuando y más aún si entablas conversación. "Pequeña buena/mala costumbre de mirar a los ojos de la gente cuando hablo con ellos". Disimuladamente mi cliente, intenta no ser reconocido. Teniendo en cuenta que al recogerlo en el Club lo he estado observando hasta que llegó al Taxi, pues no tenía mucho sentido. Era evidente que sabía quién era. Para no incomodarlo más, me dirigí a él por su nombre, y la situación, aunque incómoda para mi pasajero, se terció un poco más llevadera.

¡Pues sí, estabamos en una comida de empresa, y los compañeros me han enredado y hemos venido a tomar la última copa aquí...! - Me comentaba (cuantas veces habré escuchado la misma retaila) jeje! Yo afirmo con rotundidad, etc, etc, etc...! Sinceramente se llega a un punto que no sé cual de los dos estaba más incómodo, o yo por seguirle la corriente, o él buscando una escusa convincente... (A mi me es igual) pensaba en mis adentros. Por fin en destino, se despide de mi abonándome la carrera y desaparece por el portal.

No puedo evitar, como siempre, sonreirme a mi mismo, y pienso... "¡Los taxistas tenemos algo de camareros y de sacerdotes, camareros, por las largas charlas que muchos clientes nos cuentan, y sacerdotes por, el secreto de confesión...!". JEJE!!!,...un saludo, y... ¡Buen Servicio! :)

2 comentarios:

  1. esto empezaba a parecer una peli de espías, jejejje

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  2. Jejeje,que buen post.Es como las historias que me cuenta alguna vez Jose,mi marido el de zaragozabloggertaxi.
    Saludos desde Zaragoza

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